El día 1 de octubre de 1925 se constituyó en Palma el denominado “Colegio Provincial del Secretariado Local de Baleares”, en cumplimiento del mandato establecido en el Real Decreto de 6 de septiembre de 1925, del Directorio militar del Gobierno del General Primo de Rivera.
En sus primeros años el Colegio llevó a cabo una intensa actividad en la que destacan les ediciones mensuales de la revista “El Secretariado Balear” (1928-1936), y muy especialmente la creación de un servicio conocido por el nombre de “Centro Informativo – Consultorio”, que se encargaba de asesorar y atender las consultas que le eran formuladas tanto por los propios colegiados como por los representantes políticos de las corporaciones locales insulares de aquella época.
El estallido de la Guerra Civil tuvo graves consecuencias también para el desarrollo de nuestra organización colegial, que se vio sometida a una fuerte actividad de control por parte de las autoridades civiles y militares de aquellos tiempos, particularmente intensa por lo que se refiere a los procesos de depuración ideológica de los miembros de nuestro colectivo. Esta tendencia continuó durante los años de la post-guerra y al Colegio se le asignó la desagradable tarea de instruir los expedientes de comprobación de lealtad de sus miembros a los principios que informaban el orden político y social consecuente con el resultado final de la confrontación bélica.
Los años sesenta del siglo XX sirvieron para consolidar un incipiente grado de modernización de la burocracia local, y los colegiados isleños contribuyeron a la empresa de llevarlo a cabo en la justa medida de sus escasas posibilidades.
La llegada de la Democracia supondrá momentos de incertidumbre y de dificultad de adaptación para nuestro Colegio, que se tuvo que esforzar para demostrar que no quería ser heredero del pasado y que se prestaba a colaborar en los cambios que requería la nueva situación, objetivo que finalmente se logró.
Nuevas generaciones de colegiados insuflaron aires de renovación en nuestra organización profesional en las postrimerías del siglo pasado, y su plantel se amplió de forma considerable al ritmo de los nuevos tiempos.
En los últimos años la grave crisis económica que impera a nivel mundial ha condicionado también, como es lógico, la situación de este Colegio, que se ha visto obligado a tener que salir su propia sede para poder subsistir. Tan sólo la ilusión y la responsabilidad histórica de sus miembros hacen posible mantener, por ahora, su pervivencia.